¿De dónde procede la jerarquía de los residuos?

jerarquía de los residuos

¿De dónde procede la jerarquía de los residuos?

La jerarquía de los residuos es la que seguimos, empresas y particulares, para contribuir a una economía circular y sostenible que cuide del planeta.

Como chatarrería en Madrid, estos pasos son muy importantes cuando gestionamos los residuos que llegan a nosotros. Pero ¿de dónde ha salido esta jerarquía? ¿Quién decidió que sería así y no de otra manera?

 

Jerarquía de los residuos: ¿qué es?

Quizá no te suene con este nombre, pero si hablamos de “las tres erres” seguro que te resulta familiar, ¿verdad? Pues esas tres erres de reducción, reutilización y reciclaje forman parte, en ese orden, de la jerarquía de los residuos.

Es un sistema que clasifica las estrategias de gestión de residuos según su impacto ambiental. Adoptada por legislaciones y directrices a nivel mundial, esta jerarquía es el marco base para la gestión eficiente y sostenible de los residuos.

Tanto consumidores como productores comparten funciones clave como reducir y reutilizar. El reciclaje, la recuperación y la eliminación de los residuos son tareas que corresponden al gestor, lo que convierte a Arcediano Recuperaciones en el perfecto ejemplo de parte indispensable de esta jerarquía.

 

¿De dónde procede esta clasificación?

La jerarquía de los residuos nació un 19 de noviembre de 2008. La Directiva 2008/98/CE del Parlamento Europeo y del Consejo dieron luz verde a este orden de prioridad para el cuidado del medio ambiente. Se tuvieron en cuenta puntos como la legislación existente y la política de residuos.

Sin embargo, esta iniciativa no se remonta a 2008, sino que en 2002 en Japón se presentó la Iniciativa 3R en la cumbre del G8 de junio de 2004. El objetivo de este proyecto era promover el reciclaje a nivel mundial, enfocado tanto en el consumidor como en el productor.

 

Niveles de la jerarquía de residuos

Esta jerarquía se articula en forma de pirámide y de la base a la cúspide encontramos:

  • Reducción: es el paso más importante, pues supone minimizar la cantidad de residuos que se generan. Puede conseguirse mediante estrategias de diseño eficiente de productos y optimización de los procesos de producción.
  • Reutilización: es el uso repetido de productos o componentes en su forma original. Se trata de no desecharlos tras su primer uso, reparándolos, donándolos o comprando artículos de segunda mano.
  • Reciclaje: consiste en recoger y transformar en nuevos productos aquellos que no pueden reutilizarse.
  • Compostaje: es la transformación de los residuos orgánicos en compost, un ingrediente que se utiliza como abono.
  • Valorización: es la recuperación de recursos de los residuos, es decir, la extracción de energía de los residuos mediante incineración, gasificación, digestión anaeróbica, etc.
  • Eliminación: comprende la disposición final de los residuos ya sea en vertederos o incineración sin recuperación de energía. Al estar en la cúspide de la pirámide, es el proceso de mayor impacto ambiental, el que debemos evitar siempre que sea posible.


Muchos de los pasos de la jerarquía de los residuos implican una correcta segregación en origen, en el momento en que se produce o genera dicho residuo. Seguir estos pasos es la única forma de lograr un modelo sostenible del que todos seamos parte.